La reciente denuncia hecha por la señora Luz Eneyda Mercedes Zorrilla en la cual sostiene que una hija suya menor de edad fue drogada y violada en la cárcel pública que funciona en la fortaleza Santa Cruz General Pedro Santana de esta histórica ciudad de El Seibo, pone de manifiesto una vez más las enormes y recurrentes deficiencias del "viejo o tradicional" modelo penitenciario en la República Dominicana.Al analizar la entrevista que concediera a medios de comunicaciones locales el Procurador Fiscal Titular Dr. Henry Estéves, nos damos cuenta que los controles y la seguridad para el ingreso de menores a ese recinto carcelario son obsoletos, sabe quien si a propósito porque ya es parte de las acostumbradas permisibilidades que en todos los ámbitos son fácilmente observadas en nuestro país o porque no hay una intención de darle el necesario y obligatorio giro que se debe dar a este modelo.
La cancelación por parte de la Procuraduría General de la República del alcaide del "cementerio de hombres vivos" como es usual se denomine a las cárceles tercermundista, da valor a la conocida arenga campesina que reza que "la soga se rompe por la parte más frágil" y evidencia que al parecer no hay una real intención de investigar a fondo lo sucedido o de romper con las irregularidades claramente visibles.
Fruto de esta cancelación publicada por diversos medios del pais, la opinión publica nacional de seguro advierte que la responsabilidad de esta situación es de la alcaidía, que paradójicamente no es la responsable de la seguridad del penal, ni mucho menos del ingreso, vigilancia y seguimiento de los visitantes al penal, ni de su posterior egreso.
Es realmente el alcaide quien permite que el ingreso de menores no tenga un protocolo o procedimiento adecuado?
Cuantas menores cada 15 días ingresan al penal, quien les permite este acceso y bajo que condiciones?
La detención de una ciudadana de moral intachable, despectivamente llamada "la religiosa" con la que supuestamente penetró la menor violada al recinto, buscará encontrar una chiva expiatorio, o como es frecuente, un culpable para cerrar el caso?
Es posible creer en los resultados de investigaciones hechas por partes, que por su falta de control o por hacerse de la vista gorda, sean supuestamente responsable de que se susciten situaciones como la que en esta ocasión ha trascendido?
Quién o quienes son los verdaderos responsables de lo ocurrido?
Cuántas situaciones como esta o peores han quedado soterradas en la impunidad de este sistema deficiente?
Quién garantiza se ejecuten acciones contundentes contra quienes resulten ser los verdaderos responsables de que ocurran estas situaciones?
Podríamos escribir decenas de preguntas cuyas respuestas serían escasas e infundadas, pero por el momento le permitiremos a usted amigo lector trate de respondernos al menos las aquí planteadas.
Espere nuestro próximo escrito con respecto al tema titulado "Cárcel El Seibo: Quién, quiénes y cuándo se le pondrá el cascabel al gato?
