7 equipos participan en la cuarta Edición del Baloncesto Pre-Superior que inició este sábado 1 de julio
Por / Cesarin Leonardo Febles
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El Seibo, Republica Dominicana.- Usualmente en nuestro país, y especialmente en El Seibo, según se ha evidenciado en los ultimos años, las dedicatorias de los eventos deportivos superiores se hace a algún político con buenas relaciones que pueda gestionar o lograr mayores aportes del gobierno de turno. Este esquema se ha roto porque a pesar de que uno de los hermanos Valera sea haya dedicado como su padre a la política, la razón por la que la Asociación de Baloncesto Seibana decidió dedicarle a ellos su actual torneo obedece a otras razones muchos más poderosas que pueden verificarse al leer la semblanza de estos cuatro hombres que tienen una amplia trayectoria deportiva.
A continuación la semblanza leídas este pasado sábado 1 de julio en el acto inaugural del IV Torneo de Baloncesto Sub-25 que lleva a cabo con rotundo éxito la Asociación De Baloncesto Seibano ( ASOBASEY).
Carlos Rafael Valera Castillo
La pasión por el deporte empezó en Carlos como jugador de la Liga Tito, donde casi todos los jóvenes de aquel tiempo jugaban béisbol en el play que se le llamaba La Manicera.
Carlos, siempre fue un joven inquieto por la práctica deportiva, esto lo llevó junto a un grupo de jóvenes y adolescentes, a trasladar desde la Logia un palo de luz con su canasto al patio de la Escuela Manuela Diez Jiménez, para posterior a esto construir la primera cancha de baloncesto y voleibol que se construyó en la provincia de El Seibo.
A partir de aquí se inicia formalmente el desarrollo del baloncesto seibano.
Carlos fundó el Club Deportivo y Cultural Seibano en el barrio de El Retiro,constituyendo el primer club para el fomento del deporte y la cultura de El Seibo.
Junto a los demás miembros del club organizaron el primer torneo de baloncesto en El Seibo, con la participación de varios equipos en El Retiro, permaneciendo dicho torneo por varios años, e impactando positivamente en los jóvenes no solo del Retiro, sino también de otros barrios, haciendo que se instalaran pequeños tableros y aros.
El impacto que tuvo la cancha en El Retiro y sobre todo los torneos que se hicieron, produjo que los demás barrios organizaran equipos de baloncesto. Esto hizo que Carlos junto a un grupo de jóvenes directivos de clubes, fundaran la Asociación de Baloncesto Seibano (ASOBASEY), siendo el primer presidente que tuvo la asociación.
Carlos, como presidente de la ASOBASEY fue el organizador durante varios años de los torneos de mayor impacto que se recuerden en la historia del baloncesto seibano, por la alta competencias de los equipos y la integración masiva de todo el pueblo de El Seibo que iban a respaldar a los equipos que representaban sus barrios, haciendo que el torneo superior se convirtiera en la actividad deportiva de mayor impacto en El Seibo.
El trabajo realizado por Carlos, la entrega y la pasión con que el abrazó el baloncesto constituyó la base para que hoy a más de 50 años todavía se diga salto al centro, y también podamos no solo ver descollar jóvenes accionando en el baloncesto regional como en la actualidad sucede, sino también ver como El Seibo ha implantado respeto en la región, ya que es considerado como uno de los pueblos donde existe un alto nivel en el baloncesto
Freddy Antonio Valera Castillo
Al igual que Carlos, desde muy temprana edad se inclinó por la práctica deportiva, desde los 9 años fue miembro activo de la Liga Tito, haciendo que la práctica del Béisbol le despertara la pasión por el deporte.
Freddy, fue uno de los jóvenes que acompañó a su hermano a montar el canasto en el patio de la Escuela Manuela Díez Jiménez, en el barrio del Retiro. Y luego, más tarde construyeron la primera cancha de baloncesto y voleibol de El Seibo.
Fue uno de los propulsores del baloncesto, participando como jugador en los primeros torneos de baloncesto que se hicieron en el barrio de El Retiro, y fue un jugador activo en los intercambios que se hacían con equipos de las diferentes provincias de la región y de la capital.
Fue jugador por varios años de la selección del barrio El Retiro en los primeros torneos superiores que se iniciaron en El Seibo. Y también jugó a nivel superior en el Club Centro y el Club de Los Hoyitos, participando en varios torneos con esos equipos.
En el año de 1973 fue miembro de la selección de voleibol del Liceo Sergio Augusto Beras, que conquistó el torneo regional de voleibol estudiantil, siendo el primero y único torneo de esta categoría ganado por algún equipo seibano.
Desde su labor como empresario y hombre de bien de esta ciudad siempre fue un colaborador con el baloncesto y con toda actividad deportiva. Su respaldo realizado lo llevó hacer presidente de la Asociación de Baloncesto Seibano (ASOBASEY), por dos años desde el 1986 al 1988.
Su trabajo al frente de la ASOBASEY, y los resultados obtenidos fueron muy positivos y bien valorados, hasta tal punto que esto le valió para que eligieran Miembro de la Federación Dominicana de Baloncesto ampliado desde el 1988 al 1990.
Formó parte del Comité Pro-Construcción de la Cancha Municipal, desde el 1979 al 1981, junto a Joaquín Reyes, Reynaldo Valera, Faustino de la Cruz, Carlos Valera, Cristian Batista, Rafael Tavares y otros jóvenes de la época.
Fue el Ingeniero contratista que construyó las graderías, la casa club y la instalación del alumbrado eléctrico de la Cancha Municipal en el 1984.
Freddy, además de ser un destacado jugador de baloncesto y voleibol, también Fue un amante del softball, jugando con los Toros Seibanos, Los Farolitos y el CODIA. Su vida fue siempre estuvo rodeada de la práctica deportiva, cosa esta que le hizo cosechar grandes éxitos.
Yamel Martín Valera Castillo
Yamel, siguió el camino de sus hermanos, siendo niño pudo ser testigo presencial de la instalación y posterior construcción de la cancha de la escuela
Los hermanos Valera nacieron en la calle Arzobispo Nouel, prácticamente al frente de la cancha Manuela Diez Jiménez, esto hizo que para Yamel la cancha se constituyera en su segunda casa. Jugar baloncesto para los niños y adolescentesde la época era el entretenimiento que todos deseaban, después de la escuela, ellos no hacían otra cosa que jugar baloncesto, de ahí nació la pasión por el baloncesto del barrio El Retiro.
En aquel entonces, a los niños se le dificultaba jugar, por la fiebre y el contagio que tenían los jóvenes, haciendo que los pequeños no tuvieran muchos espacios para jugar. Por la dificultad que producía jugar, Yamel junto a un grupo de niños y adolescentes organizaron el primer Club de Mini Basket, bautisandolo con el nombre de San Martín de Porres. La fundación de este club permitió que a los niños les cedieran una hora determinada para jugar y hacer sus prácticas.
En la medida que el baloncesto fue tomando auge en El Retiro, el Club Deportivo y Cultural Seibano presidido por su hermano Carlos organizaron las diferentes categorías, e hicieron muchos intercambios con los demás pueblos del Esteincluyendo la capital, Yamel siempre participó como jugador, y también en los torneos que se organizaban en el barrio.
Fue uno de los fundadores de la Asociación de Baloncesto Seibano (ASOBASEY), siendo el representante del Club Centro, organización que permaneció por algunos años como parte de la ASOBASEY.
Yamel, fue un destacado jugador de nivel superior, jugando en diferentes épocas para el Retiro 25 y para el Club Centro, quien fue uno de sus fundadores, y que además, siendo jugador de este club pudieron ganar un torneo superior, y en el tiempo que permaneció el club participaron en varias finales.
Por su destacada destreza como jugador, a Yamel lo eligieron como miembro de la selección superior de baloncesto en El Seibo, jugando contra equipos provinciales de la región y representando a la provincia de El Seibo en las eliminatorias para los juegos nacionales de la época.
Juan Reynaldo Valera Castillo
Reynaldo, al igual que sus demás hermanos formó parte del grupo de jóvenes que decidieron trasladar el canasto desde la logia hasta la escuela, para más luego construir la primera cancha de baloncesto y voleibol, con la ayuda de todo el barrio de El Retiro.
Fue jugador de baloncesto en los primeros torneos que se organizaron en el barrio de El Retiro, y también en el primer torneo barrial.
Reynaldo fue una persona clave en los años de inicio de club Los Hoyitos, siendo su principal patrocinador, donándole el primer uniforme que tuvo el club de Los Hoyitos, cuyo gesto fue bien valorado por sus directivos y fanaticada.
Por el auge que fue teniendo el baloncesto en El Seibo, contagió a los demás jóvenes de los barrios, de Los Hoyitos, Ginandiana y Los Cajuiles. Eso hizo que se pensara construir otra cancha en otro lugar que no fuera El Retiro y que sirviera para la práctica y para los torneos donde participaran los jóvenes de esos barrios. Por esta necesidad, Reynaldo siendo un joven universitario decidió organizar el Comité Pro-Construcción Cancha, conformado por él como su Presidente, y acompañado por José Joaquín Reyes, Carlos Valera, Faustino de la Cruz, Rafael Tavares, Freddy Valera, Cristian Batista, entre otros.
Reynaldo, junto a ese comité se propusieron construir una nueva cancha, lo primero que hicieron fue lograr que los regidores de esa época (1981-1982), le otorgaran los terrenos donde hoy está la Cancha Municipal. Tuvieron que convocar a la juventud del pueblo, y con los estudiantes del liceo Sergio Augusto Beras organizaron protestas con pancartas y cartelones, porque el ayuntamiento de la época se lo había adjudicado a una persona para poner un negocio privado. Con el respaldo y la presión del pueblo consiguieron finalmente el terreno, hecho que constituyó en un gran júbilo porque la juventud y el pueblo se unieron para lograr ese propósito.
Ya con los terrenos, el Comité Pro-Construcción Cancha desarrollaron varias actividades de recaudación de fondos, se hicieron fiestas en los salones del ayuntamiento municipal con: Johnny Ventura, Cuco Valoy, Víctor Irizarry. Un punto a destacar y como una manera de comprobar la identificación que tenían los miembros de ese comité, es que ellos fueron los camareros de las fiestas, es decir, eran los que servían a cada mesa, y con esto lograban reducir los gastos y tener más fondos.
Esto no bastó para la primera etapa de la cancha, que era construir el pavimento de juego con las dos columnas sus tableros y aros. Organizaron otras actividades, trayendo artistas como Anthony Ríos, Mery Mers, entre otros. Además, trajeron a las cuadras de Relámpagos Hernández y Jack Veneno, recaudando una buena cantidad de fondos por el auge que tenía en esa época la lucha libre.
Aún, con todas las recaudaciones que se obtuvieron con esas actividades, fue insuficiente para terminar la cancha, haciendo que el Comité hiciera una campaña de ventas de bonos, donde todo el pueblo de El Seibo respaldó la campaña comprando masivamente bonos y con esto terminar la primera etapa de la cancha.
Para el año de 1984, luego de la construcción de la primera etapa de la cancha, Reynaldo y los demás miembros del Comité Pro-Construcción Cancha, se dirigieron al Central Romana para que le construyeran la casa club, las graderías y el alumbrado eléctrico, siendo aprobado y construido con el Fondo de Desarrollo del Este, administrado por el Central Romana.
Con esta construcción se culminaba un sueño que nació en el corazón de un grupo de jóvenes. Finalmente ellos y el pueblo de El Seibo vieron terminar lo que hoy tenemos como la Cancha Municipal, lugar emblemático, escenario de tantas historias y de tantos recuerdos, como los famosos torneos de baloncesto superior, que se hicieron en aquella época.
Pero, un dato curioso e inexplicable fue, que a pesar de tener la idea, de organizar el Comité, de todo el trabajo realizado, el esfuerzo desplegado, el día de la inauguración formal de la Cancha Municipal, Reynaldo no pudo estar presente, porque ese día fue a Santo Domingo a comprar las pelotas de baloncesto con que se iba a jugar el torneo que se iniciaría ese día por la inauguración, pero no pudo estar presente por un accidente que tuvo en la carretera, llegando a El Seibo ese día muy tarde de la noche.
Semblanzas escritas por Ing. Yamel Valera