De: HOY.COM
El Seibo, República Dominicana. Un reducido espacio del pasillo, próximo a la entrada de este hospital provincial, fue habilitado para atender a los pacientes que se las arreglan para acomodarse, parados o recostados de la pared, a la espera de un turno para ser atendidos por el estresado personal de servicio, que apenas puede movilizarse para trabajar en el área.
Es el cuadro que se repite a diario en la improvisada área de emergencia del hospital público “Doctor Teófilo Hernández”, donde los quirófanos están clausurados, inoperantes, las escasas y viejas camas disponibles para los enfermos están destartaladas, tampoco funcionan los equipos de imagenología o Rayos X, ni la máquina de anestesia y hay carencia de equipos de cómputos, no hay internet y la mayoría de las áreas administrativas carecen de aire acondicionado porque los equipos están dañados. El cuadro es desolador.
La crisis es palpable en las áreas inhabilitadas.
Una vieja ambulancia permanece en la parte frontal del viejo edificio. El vehículo funciona ocasionalmente, pero casi nunca hay combustible disponible para trasladar los pacientes. En casos de emergencia, médicos y enfermeras aportan recursos para la causa. El agravante es que este medio de transporte de personas enfermas o heridas no puede viajar de noche, porque carece de luces. Hace meses se registró un grave accidente por esta causa.
Tampoco hay planta eléctrica para casos de emergencia y falta personal de seguridad, limpieza, el área de lavandería tiene dos años que no funciona. Los empleados temen acercarse porque, según dijeron, hay problemas eléctricos y muchos de ellos han sufrido descargas cuando tocan las paredes.
¿Cuánto puede resistir el hospital? El director del hospital provincial, doctor Jaime Rijo, no estaba en su oficina cuando el equipo de HOY realizó un recorrido por las instalaciones. Tampoco estaba el delegado del Colegio Médico Dominicano, doctor Carlos de la Cruz. Ambos habían viajado en horas de la mañana al hospital regional de San Pedro de Macorís a asuntos de trabajo.
Rijo autorizó al subdirector del centro de salud, doctor Stanlin Peralta, a un recorrido por las áreas inhabilitadas y a mostrar parte del trabajo de reconstrucción, reordenamiento y remozamiento, que lleva dos años y no termina. Por falta de fondos no hay fecha de entrega, lo que supone que será a partir del próximo año, cuando se apruebe el Presupuesto Nacional y se reasignen nuevas partidas. En los últimos seis meses no se ha dado “un golpe” en ningún área.
El hospital provincial “Doctor Teófilo Hernández” fue construido en 1951 y ha sido sometido a varias remodelaciones a través de los años. Sin embargo, la población urbana y rural ha crecido y por consiguiente los servicios hospitalarios. Es un hospital de segundo nivel. Los pacientes que no pueden ser atendidos allí son referidos al centro de salud de San Pedro de Macorís.
Adicionalmente, en las comunidades agrícolas y ganaderas de la provincia de El Seibo se han asentado miles de haitianos, quienes también llegan de la provincia La Altagracia en busca de asistencia médica, en la mayoría de los casos sin documentación ni recursos económicos. La dirección del hospital los atiende sin prejuicio ni discriminación. El hospital es de segundonivel. Los pacientes con complicaciones son referidos al centro de salud de San Pedro de Macorís.
El subsidio que recibe es de RD$800,000.00 al mes. De esa cantidad, el Programa de Medicamentos Esenciales/Central de Apoyo Logístico (PROMESE/CAL) retiene RD$300,000.00 para medicamentos e insumos, que usualmente el listado nunca llega completo.
El hospital tiene 81 empleados administrativos, 73 médicos, de los cuales 45 son especialistas, 27 son médicos generales y seis médicos pasantes de postgrado; 70 auxiliares de enfermería, dos farmacéuticos y dos psicólogos.
“Lo que más nos afecta, la falta de recursos y la paralización de los trabajos de remodelación, que ya va para dos años y no hay fecha de entrega”, precisó el doctor Stalin Peralta. Dijo que se trabaja con limitaciones de espacio en algunas áreas, tales como consulta, internamiento, cirugía administrativa y la improvisada sala de emergencia, entre otras. En Otras áreas se trabaja entre un 40 y 50 por ciento de capacidad.
"Algunas áreas que ya han sido remozadas permanecen cerradas, a la espera de que concluya el proceso para ser equipadas con equipos modernos. Según la Dirección General de Salud, cuando termine el proceso, este centro de salud se convertirá en el Hospital Modelo de la región Este”.
Caso de haitianos Según registros del hospital, entre un 35 y 40 por ciento de los pacientes que son atendidos son haitianos, en su mayoría parturientas, que carecen de recursos económicos y documentación, pero luego exigen un acta de declaración de “nacido vivo” para declarar a sus hijos.
En un reciente caso, una haitiana que viajaba en “la cola” de una motocicleta desde una localidad rural dio a luz frente a la fortaleza General Pedro Santana, cuando era trasladaba a este hospital. El conductor de la motocicleta, que suelen correr a alta velocidad por las calles de este poblado, saltó un obstáculo en la vía (policía acostado) y la mujer cayó abruptamente al pavimento.
Varias personas se acercaron a curiosear, pero fue el comunicador Rondón Taveras quien asistió a Milagros Sevil y la condujo al hospital, donde alumbró sin mayores contratiempos.
Otro caso frecuente es cuando muere un paciente haitiano. Casi nunca tienen documentos para identificarlos y no dicen el lugar de procedencia, lo que dificulta los trámites en el hospital. En raras ocasiones reclaman el cadáver y no aparecen parientes para costear el entierro.
La dirección del centro de salud carece de ataúdes y de recursos para comprarlos, de modo que cuando fallece uno, el cadáver es envuelto en funda plástica, se le paga al zacatecas de una localidad cerca, se cava una fosa y allí se depositan los restos mortales del difunto desconocido.