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domingo, 19 de enero de 2014

Hospitales del Este están de “emergencia” y a punto de colapsar y cerrar por falta de recursos.


El hospital de Hato Mayor fue destruido y abandonado, y solo se atienden las emergencias

Por / Manuel Ant. Vega 
Hato Mayor.- Los principales hospitales en las provincias de la región Este del país están en estado de “emergencia”, a punto de colapsar sus estructuras y de cerrar por la falta de subvenciones, que son pírricas, mientras carecen de médicos especialistas, enfermeras y personal de limpieza.
La situación en las Unidades de Atenciones Primarias (UNAP), distribuidas en barrios y zonas rurales es peor, por la falta de médicos, medicamentos, agua, energía eléctrica y personal de limpieza.
Las subvenciones globalizan unos RD$ 10.2 millones, para unos 18 centros de salud en las capitales de provincias y unos 20 municipios y distritos municipales.
En algunos centros de salud de municipios como Miches y Sabana de la Mar, los palos para poner los mosquiteros son sacados de cualquier patio, lo que evidencia que alguien del gobierno debe acordarse de los pequeños hospitales de los pueblos, muchos con telarañas y comején en sus estructuras. En todos los hospitales de Higüey, La Romana, Hato Mayor, El Seibo, San Pedro de Macorís y los municipios de estas provincias, cuando llueve escampa afuera y llueve adentro, ya que el agua que filtran los techos cae sobre las camas a los pacientes y visitantes.

En las salas de parto, post parto y de cirugía las filtraciones son más patéticas, teniendo los facultativos que detener las intervenciones, para evitar que los pacientes adquieran bacterias.
Las pinturas en los techos lucen manchadas por la humedad, dando un aspecto de ruina a los centros hospitalarios estatales. Para la reparación y ampliación de los centros en el Este se han hecho hasta dos y tres presupuestos, iniciando los trabajos, pero luego son paralizados de manera repentina y sin darles explicaciones a las autoridades médicas ni a la población.
La estrechez en algunas áreas, como por ejemplo, las de emergencias, es tan marcada que dos médicos no pueden estar juntos atendiendo a los pacientes, mientras que las morgues son verdaderos revolcaderos de burros. La situación más crítica la presenta el hospital regional “Dr. Antonio Musa”, en San Pedro de Macoris, donde el Equipo de Gestión Hospitalaria denuncia que el centro asistencial estatal está a punto de colapsar debido al “estrangulamiento” económico a que ha sido sometido en la actual gestión de gobierno.
El Antonio Musa es un hospital que funge como provincial, municipal y regional a la vez, y su demanda de servicios se ha incrementado en 40%, producto del cierre de los hospitales Leopoldo Martínez, de Hato Mayor, y Teófilo Hernández, de El Seibo.
En los centros hospitalarios de Hato Mayor, El Seibo, Higüey, La Romana, Sabana de la Mar, Miches, El Valle, Guaymate, Consuelo, Quisqueya, Ramón Santana, Los Llanos y San Rafael del Yuma, existen debilidades en la oferta de los servicios y la falta de buenas salas de cirugías es un problema que preocupa grandemente a la clase médica y de enfermería en la zona.
Los servicios de hospitales del Instituto Dominicano de Seguros Sociales, son pobres, lo que ha contribuido a agudizar la crisis hospitalaria en la región Este. 
El hospital “Dr. Leopoldo Martínez”, de Hato Mayor, está semi-paralizado en cuanto a los servicios de salud y solo se está asistiendo en la sala de emergencia, mientras que los pacientes que van accidentados y las mujeres que van a dar a luz son referidas al regional Antonio Musa. El centro está siendo afectado por grietas y filtraciones en los techos, la falta de agua y baños en mal estado, así como por falta de medicamentos, médicos especialistas y enfermeras.
El centro lleva más de dos años en reconstrucción, pero los trabajos son paralizados a menudo por los contratistas por la falta de pago.
Enfermeras y médicos que declinaron identificarse por temor a represalias, pidieron a las mujeres embarazadas no acudir a dar a luz al centro asistencial, porque no existen las condiciones sanitarias y de higiene por si presenta una emergencia en el parto. Médicos del hospital Leopoldo Martínez ahora son llevados a hacer guardia al regional Antonio Musa en San Pedro de Macorís, donde son llevados los pacientes que ameritan atenciones más especializadas. Los dos quirófanos están desvestidos, por lo que no se pueden realizar cirugías ni partos con espera.
Los equipos de Rayos X se dañaron con las filtraciones que afectan el centro de salud.
Hacen falta unas 9 enfermeras y tres médicos especialistas en traumatología, cirujano, ortopedia.
Ircania Pacheco, directora del centro asistencial de salud reveló a Diario Libre que el hospital que opera como provincial, pero que no tienes la estructura, equipos ni el personal solo recibe unos 500 mil pesos de subvención mensual.
La Oficina de Ingeniero Supervisores de Obras del Estado (OISOE) tiene a cargo desde junio del 2013 la reparación y equipamiento del centro, pero actualmente los trabajos están paralizados por falta de pago a los ingenieros.

EL SEIBO

El hospital “Dr: Teofilo Hernández”, de El Seibo esta en iguales o peores condiciones que el Leopoldo Martínez de Hato Mayor, con filtraciones, falta de iluminación, médicos especialistas y enfermeras.

En una maratónica asamblea, celebrada por médicos, se denunció la preocupante situación que atraviesa este centro de salud que está siendo reparado actualmente.
"En ningún sitio del mundo usted puede desbaratar un hospital sin una planificación estratégica", sostuvo Agustín Constanzo médico cirujano del referido centro hospitalario, que calificó de calamitosa la situación del centro de Salud.
Las emergencias están siendo atendida en furgonetas, que se han ubicado frente al centro hospitalario.

En reparaciones se han invertido unos 120 millones de pesos, pero la situación ha empeorado con las filtraciones y la falta de medicamentos.

LA ROMANA
La situación del hospital “Dr. Francisco A. Gonzalvo” de La Romana es la mejor que se exhibe por estar sometida a una moderna reparación y se construyen habitaciones anexas.
El centro, según revela su director, Miguel Ángel Jiménez de la Cruz, recibe unos RD$ 1.5 millones de fondos repetibles o sea de subvención y unos 300 mil por Senasa.
Sin embargo, el centro ha sido considerado por médicos y enfermeras como “almacén de enfermos”.
La reparación del centro no acaba de terminarse y las consultas se están prestando en unidades móviles enviada desde la sede centra del Ministerio de Salud e instalada en el patio del centro asistencial estatal.
El problema principal del hospital de La Romana es la sobrepoblación de más de 300 mil habitantes a la que deben atender a pesar de seguir con una planta física que data de hace alrededor de cuarenta años. El 60% de los pacientes, principalmente parturientas son de ascendencias haitianas.
SABANA DE LA MAR
A pesar de que Sabana de la Mar recibe a una gran cantidad de turistas, el Hospital Señorita Elupina Cordero carece  de los más elementales aparatos diagnósticos. Hace cuatro años no hay máquina de Rayos X y no hay sonógrafo, para darles seguimiento a las mujeres embarazadas.
No hay un cirujano general, lo que obliga a que pacientes que ameritan atenciones más especializadas sean referidos al hospital Musa de San Pedro de Macorís.
Recibe una pírrica subvención mensual de 280 mil pesos, de los cuales hay que invertir el 40% en compras de medicamentos. Los restantes recursos es para compra de alimentos, materiales de limpieza, mantenimiento a la planta física.
No se hacen Papanicolaou ni se colocan yesos por falta de especialistas, asegura su directora Karina Guzmán.
Solo cinco médicos generales, dos familiares, tres gineco-obstetras, un pediatra y una epidemióloga y dieciocho enfermeras y una licenciada en enfermería completan el equipo médico y paramédico del centro, para atender a una población de 22 mil habitantes. No hay banco de sangre.
Las sonografías y los partos complicados hay que hacerlo en el regional Antonio Musa, por no haber médicos especialistas.
La planta física luce desmejorada, el comején llega hasta las paredes extgeriores, faltan camas y las pocas que hay, unas seis, lucen oxidadas. El servicio de limpieza no es bueno, observándose en ocasiones restos de sangre.
HIGÜEY
En la ciudad católica y turística  de Higüey, jóvenes del “Movimiento Cerranos” llegaron a encadenarse en la puerta de acceso al hospital Nuestra Señora de la Altagracia en protesta por la falta de equipos y medicamentos en el centro.
Se denuncia que varios niños han muertos por falta de suministro de medicamentos, que escasean con frecuencia en el hospital.
Indicaron que luego de la eliminación de la cuota de recuperación, muchos empleados llevan hasta cuatro meses sin cobrar.
Héctor Julio Rincón, director del centro, explicó que reciben un RD$ 1.3 millones, para atender una población superior a los 2 mil personas, incluyendo un alto número de mujeres parturientas de ascendencia haitiana.
A pesar de eso cheles, en el hospital escasean, catéteres, jeringas, entre otros materiales gastables. Dado esta situación los pacientes tienen que salir a comprar el yeso, hacerse los análisis y otros estudios menores como radiografías, mamografía y sonografías a centros privados.
LOS DEL SEGURO SOCIAL
El presidente de la Regional Este de la Agrupación Medica del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), Fernando García, denunció que es crítica la situación del hospital Jaime Oliver Pino, perteneciente al Instituto Dominicano de Seguros Social (IDSS).
Sostiene que la segunda planta y el parqueo fueron acondicionados, lo que aparenta que los servicios marchan bien, pero que es lo contrario, ya que las demás áreas están en mal estado y que lo que se está haciendo es un “bulto”.
La tercera planta de las instalaciones del centro de salud está totalmente abandonada, la que ha tenido que ser utilizada como depósito.
“Este hospital no tiene capacidad de internamiento, los equipos que utilizan son viejos, por lo que los servicios que dan son precarios”, significó el dirigente del gremio médico.
Los servicios a que tienen derecho los pacientes asegurados no se están prestando y que tienen dificultades para conseguir los medicamentos.
Igual situación se presenta en IDSS de Hato Mayor, El Seibo, Higuey y La Romana, donde los afiliados al Senasa aseguran hay carencia de todos en las Unidades de Atención Primarias (UNAP).
LOS FUNCIONARIOS
En algunas ciudades como Hato Mayor, el senador, Rubén Darío Cruz”, consideró como la “antesala del infierno” al hospital Leopoldo Martínez, por el avanzado estado de deterioro que presenta, la falta de médicos y enfermeras y pidió sea declarado en estado de Emergencia.
El congresista habló en una asamblea de médicos, celebrada en el centro estatal de salud, donde advirtió que si no se pone atención a tiempo a los problemas del centro, el lugar puede ser arropados por bacterias, que pudieran cobrar vidas humanas.
“Amerita que el Ministerio de Salud Pública declare en estado de emergencia los hospitales en la región Este Leopoldo Martínez, porque no existen las condiciones para impartir salud”, dijo Rubén Toyota.

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