Por / Cesarin Leonardo Febles M.A

En su libro «Las fuerzas Morales», José Ingenieros analiza y reflexiona sobre la importancia de la moral y los valores en la vida individual y social. El italiano nacido en Palermo un 24 de abril de 1877, 88 años antes de la llamada Guerra o Revolución de Abril de la Republica Dominicana, aborda diversos temas relacionados con la ética, la educación, la justicia y el sentido de la vida. A través de una mirada filosófica y psicológica, Ingenieros explora cómo las fuerzas morales influyen en la conducta humana y en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

«Al par de lo cósmico, lo humano vive en eterno movimiento; la experiencia social es incesante renovación de conceptos, normas y valores. Las fuerzas morales, son plásticas, proteiformes, como las costumbres y las instituciones. No son tangibles ni mensurables, pero la humanidad siente su empuje.

Imantan los corazones y fecundan los ingenios. Dan elocuencia al apóstol cuando predica su credo, aunque pocos lo escuchen y ninguno le siga; dan heroísmo al mártir cuando afirma su fe, aunque le ostilicen escribas y fariseos. Sostienen al filósofo que medita largas noches insomnes, al poeta que canta un dolor o alienta una esperanza, al sabio que enciende una chispa en su crisol, al utopista que persigue una  perfección ilusoria.»

José Ingenieros

Estas anteriores lineas de la primera página son solo una pequeña muestra de cuanto pesa su escritura, y al sumergirnos en su obra podemos apreciar a plenitud como destaca la importancia de cultivar y fortalecer las fuerzas morales, como la voluntad, el deber, la honradez y la solidaridad. Sostiene que la educación desempeña un papel fundamental en el desarrollo de estas virtudes, ya que son clave para el crecimiento personal y para el establecimiento de relaciones sociales saludables.

Ingenieros también plantea el dilema entre el egoísmo y el altruismo, argumentando que el ser humano tiene la capacidad de elegir entre satisfacer sus propias necesidades y deseos o actuar en beneficio de los demás. Destaca que la moralidad y la ética son fundamentales para contrarrestar el egoísmo y promover el bienestar colectivo.

A lo largo de esta pieza, Ingeniero reflexiona sobre el papel de la justicia en la sociedad, señalando la importancia de la equidad y la imparcialidad en las relaciones humanas y en las instituciones sociales y destaca la necesidad de luchar contra la injusticia y la opresión, y aboga por la búsqueda de un sistema social más igualitario.

A proposito de este interesante aporte a la sociedad de José Ingenieros hay que destacar el gran dilema moral que enfretnamos en la sociedad actual donde el individualismo, el egoísmo y la falta de valores éticos parecen prevalecer en muchos ámbitos de nuestra vida cotidiana. Es en este contexto que el libro «Las fuerzas Morales» se vuelve relevante y nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones y responsabilidades como individuos y como sociedad.

Ingenieros plantea la importancia de cultivar y fortalecer las fuerzas morales, esas virtudes que nos guían en nuestras decisiones y acciones. La voluntad, el deber, la honradez y la solidaridad son pilares fundamentales para construir una sociedad justa y equitativa. Sin embargo, en un mundo marcado por el consumismo, el individualismo extremo y la competencia desmedida y las ansias por lograr el éxito al precio que sea, pareciera que estos valores se han debilitado.

Es necesario reconocer que nuestras acciones tienen un impacto directo en quienes nos rodean y en la sociedad en su conjunto. En un momento en el que la desigualdad social y la falta de empatía son realidades palpables, es necesario preguntarnos qué tipo de sociedad queremos construir y qué papel desempeñamos en ello.

Es en este contexto y en esta realidad que la educación adquiere una relevancia fundamental. Es a través de una educación integral, que no solo transmita conocimientos, sino también promueva valores éticos y morales, que podremos formar ciudadanos comprometidos con el bienestar colectivo. La educación debe fomentar el pensamiento crítico, la empatía y el respeto por los demás, brindando a los individuos las herramientas necesarias para tomar decisiones éticas y actuar en consecuencia.

Asimismo, es necesario cuestionar y desafiar las estructuras sociales y económicas que perpetúan la desigualdad y el individualismo. La justicia y la equidad deben ser pilares fundamentales en nuestras instituciones especialmente en las públicas y a nivel indicidual en nuestras interacciones diarias. Debemos buscar la erradicación de la opresión y luchar por un sistema politico menos corrupto, más ético, inclusivo y solidario.

El dilema moral en nuestra sociedad es un urgente llamado a la acción. Si, y solo sí. No podemos quedarnos indiferentes ante las injusticias y la falta de valores éticos, ante la creciente corriente de desconocer y derribar los valores morales que han cimentado nuestra sociedad. Debemos ser conscientes de nuestras elecciones y acciones, buscando siempre el bienestar común. Solo así podremos construir una sociedad más justa y equitativa, basada en el respeto mutuo y la solidaridad.

«Para una joven generación de nuestro tiempo es esencial conocer las fuerzas morales que obran en las sociedades contemporáneas: virtudes para la vida social que no descansan bajo ninguna cúpula. Más que enseñarlas o difundirlas, conviene despertarlas en la juventud que virtualmente las posee. Si la catequesis favorece la perpetuación del pasado, la mayéutica es propicia al florecimiento del porvenir.     Dichosos los pueblos de la América Latina si los jóvenes de la Nueva Generación descubren en sí mismos las fuerzas morales necesarias para la magna Obra: desenvolver la justicia social en la nacionalidad continental» dijo en su tiempo, hoy cuán necesario es, no solo recordar sino emular eso que planteó y con tanto fervor deseó.

Concluyo diciendo que el libro «Las fuerzas Morales» nos recuerda que nuestras decisiones individuales tienen un impacto colectivo, y depende de nosotros enfrentar este dilema moral y forjar un futuro más humano y ético.

Sepamos elegir. Que la fuerza moral pese y valga más que las pesetas.